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Imagen de un tazón de cereales con fruta variada

El Desayuno. Opciones saludables

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La teoría, más o menos, la conocemos todos. Pero ¿cuáles son las mejores opciones para empezar el día de una forma saludable?

La comida más importante del día es el desayuno. Como alimentos líquidos podemos tomar café con leche, té o infusiones, evitando endulzarlos en exceso. Si es posible, en caso de consumir zumos envasados, intentad que sean al menos, zumos sin azúcares añadidos. La mejor opción, sin lugar a dudas, es tomar zumos naturales. Personalmente, suelo mezclar fruta y verdura, para evitar el exceso de azúcar. Las combinaciones son sabrosas y sorprendentes.

Este es uno de los mejores momentos del día para introducir alimentos con un alto contenido en hidratos de carbono, preferentemente en su variedad integral, evitando el exceso de azúcares simples. Por lo tanto, dulces, pasteles, bollería en general, quedan totalmente descartados. Las mejores opciones pueden ser unas tostadas de pan integral o cereales integrales no azucarados, del tipo “all-brans” o “wheetabix”.

Para que el desayuno esté totalmente equilibrado sería conveniente introducir algún alimento rico en proteínas, como huevos (cocidos, revueltos o en tortilla), queso fresco o embutidos, tipo jamón cocido, serrano o ibérico.

Como última recomendación, os comentaré que también es aconsejable consumir alimentos ricos en grasa de buena calidad como el aceite de oliva, los frutos secos, almendras, nueces o avellanas; o incluso el salmón.

El objetivo en el desayuno es empezar el día con energía, aportándole al organismo todos los nutrientes que necesita. No es preciso tomar un desayuno abundante, el requisito fundamental consiste más bien en introducir los alimentos de una forma equilibrada, sin olvidarnos de ser moderados.

Para que os sirva de ejemplo, un desayuno, completo y equilibrado podría constar de un zumo de naranja pequeño, un café con leche endulzado ligeramente con azúcar moreno, tostada de pan integral, con aceite de oliva y queso fresco con orégano. Sería deseable que cada día combináramos los alimentos de forma distinta. De esta manera conseguiremos un desayuno variado y completo, además de evitar la monotonía.

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