La cara, espejo del alma
¿Cuántas veces habremos oído esa expresión? La alimentación, los hábitos de vida y el estado de ánimo influyen en la apariencia de nuestro rostro. Si comemos de forma incorrecta, descansamos poco, estamos tristes o deprimidos, nuestra imagen será fiel reflejo de la realidad que vivimos.
Con esto no quiero decir que el secreto de la belleza radique en dormir ocho horas y tomar dos litros de agua. A parte de esto, necesitamos otras muchas cosas, entre ellas, os voy a hablar de una serie de alimentos que resultan beneficiosos para el aspecto de nuestra piel.
Aceite de oliva. El aceite de oliva es rico en ácidos grasos monoinsaturados, lo que lo hace importante desde el punto de vista de la prevención de enfermedades cardiovasculares, pero también es rico en vitamina E, un antioxidante celular que tiene la capacidad de retardar el envejecimiento de las células. Así que, ¡no olvides aderezar tus ensaladas con aceite de oliva virgen extra!
El pescado azul en general, en especial el salmón, debemos introducirlo al menos una vez en semana, puesto que contienen grasa rica en ácidos grasos poliinsaturados, especialmente el ácido omega 3, y resulta ser una fuente importante de vitaminas liposolubles como la vitamina A y D.
Frutos secos oleaginosos, como las almendras, avellanas y nueces, con alto contenido en ácidos grasos insaturados como el ácido oleico y linoleico, y en general ricos en ácidos grasos esenciales y en vitaminas E, pueden tomarse también una o dos veces en semana. Son ideales cuando tenemos un “ataque” de hambre a media mañana y nos aportan la energía necesaria para afrontar el día.
No debes olvidar hortalizas como el tomate y las zanahorias, en ensaladas y zumos. Son ricos en carotenoides, que se depositan en la piel y ofrecen una ventaja extra de protección frente a la radiación ultravioleta. Los pimientos, tienen un alto contenido en vitamina C, vitamina con características antioxidantes, e indispensable para fabricar colágeno, la proteína que da elasticidad a la piel.
¿Qué debemos evitar? Pues azúcares, que favorecen la pérdida de elasticidad de la piel, refrescos y zumos envasados, que dificultan la digestión y favorecen la inflamación, alcohol en exceso, que provoca daños en la célula, tabaco, por supuesto, que aparte de los daños internos, provoca el envejecimiento de la piel.
¡Ponte manos a la obra y haz tu piel sea el fiel reflejo de un interior saludable!