Asesoramiento nutricional y dietas
Teléfono
617 53 28 30 · / · 622 676 438
imagen de desayuno equilibrado

Cómo perder peso sin gastarse una fortuna

Compartir

Año atrás año, hacemos la Operación Bikini antes de Semana Santa o verano, para volver a coger peso después de las vacaciones, y subir de nuevo en Navidad, para hacernos el firme propósito de bajar de peso en Año Nuevo.

¿No te parece ilógico? ¿No será más razonable intentar cuidarnos, todo el año¿  Es totalmente ilógico, ¿verdad

¿Por qué caemos una y otra vez en esta situación? La respuesta es sencilla, porque nos planteamos la pérdida de peso como algo temporal. Buscamos una fórmula rápida para perder los kilos de más y “volver a comer normal”.

Seguimos las dietas de moda, que prometen resultados en poco tiempo. Buscamos sustitutivos de comidas con sabor a helado de chocolate, esperando que luego, mágicamente, no nos apetezca comer helado de chocolate.

Repetimos el mismo proceso, una y otra vez, año tras año. Iniciamos la dieta, compramos los suplementos, hacemos la dieta de moda, la dieta Dukan, la dieta de los puntos, el ayuno intermitente, la dieta cetogénica…

Si echas números,  perder peso, resulta caro, porque no sólo perdemos dinero, perdemos tiempo y esfuerzo y es que año tras año, volvemos a repetir los errores.

¿Qué nos está fallando entonces?

  1. La dieta es para siempre. La RAE define la dieta como el conjunto de sustancias que se ingieren como alimento. En este sentido, la dieta, es para siempre, porque necesitamos alimentarnos de estas sustancias diariamente. No es una situación momentánea o puntual, para un momento determinado de mi vida. La dieta, conforma el conjunto de alimentos que ingerimos y debe ser equilibrada, es decir, debe contener los nutrientes necesarios para que mi metabolismo funcione correctamente. La dieta debe contener:
    macronutrientes, nutrientes que necesitamos en una mayor cantidad como las proteínas, hidratos de carbono y las grasas.
    micronutrientes, aquellos que necesitamos en una cantidad mucho menor, pero no por ello menos importantes, como las vitaminas, minerales y , por supuesto, el agua.
  2. Nuestro metabolismo es la clave: ¡Cuántas veces habré oído eso de que claro…”yo ya a mi edad”! o “es que yo tengo el metabolismo lento” Pues esa situación puede modificarse. Podemos transformar nuestro metabolismo, hacer que pase de ser lento a se rápido. ¿Por qué mi metabolismo es más lento? Normalmente se debe a un bajo contenido en masa muscular y alto contenido en grasa corporal ¿Qué sucede cuando logro aumentar mi metabolismo? Pues que requiere más energía, es decir, gasta más y por tanto, tiende a adelgazar con más facilidad. Así que la recomendación es obvia, aumenta tu masa muscular introduciendo ejercicios de fuerza y no olvidando ingerir una cantidad apropiada de alimentos ricos en proteínas.
  3. Consumo de Alimentos light y 0%: Cuando nos ponemos a dieta, declaramos la batalla a la grasa. Buscamos alimentos light o 0%, aliñamos la ensalada con aceite en spray, contamos las cucharadas de aceite de oliva virgen extra que usamos a diario, lo hacemos todo a la plancha o al vapor. Olvidamos que los alimentos light o 0%, como norma general contienen más azúcares y más aditivos, sobre todo edulcorantes, que nos mantienen la misma sensación de dulzor, así que siempre estaremos enganchados al dulce. El resultado es que, aunque nuestra alimentación está llena de productos light y 0%, seguimos aumentando de peso.
  4. Contar calorías: Aunque te hablaré de este aspecto en otro artículo. Nos preocupamos básicamente de cuantas calorías consumimos sin pensar de donde vienen esas calorías. Por ende, como queremos consumir menos calorías, la mejor forma es pesar los alimentos, así que andamos obsesionados pesando la pechuga de pollo, tenemos en cuenta las calorías del aceite, buff, pero tomamos con toda tranquilidad una coca cola zero o un paquetito de galletas bajas en grasa…y nos frustramos cuando estamos media hora en bicicleta y comprobamos que solo hemos gastado ¡las calorías de un yogur!
  5. Dietas milagro: En una dieta rápida, restrictiva, ¿perdemos peso? Si, y con mucha probabilidad esa pérdida de peso procede de la pérdida de masa muscular, y no de grasa. Pasas hambre, cuentas las horas, hasta la siguiente comida, pero eso sí, pierdes peso, normalmente a costa de nuestra masa muscular ¿Qué ocurre cuando terminas la dieta? Se produce normalmente el temido efecto rebote, en el que se aumenta de peso, sobre todo aumentando el contenido en grasa corporal. De hecho cuanto más veces nos sometamos a este tipo de dietas, menos masa muscular y más grasa…es decir, nos volveremos …más blanditos.
  6. Sustitutivos de comidas: Lo más típico, sustituir una comida por una cena. Si esto se hace puntualmente no hay ningún problema. Los sustitutivos de comida, normalmente están equilibrados y podemos encontrar prácticamente todo lo que queramos en el mercado: rico en proteínas, bajo en hidratos de carbono, sin azúcares añadidos. El problema es que casi siempre sustituimos una comida por un batido de sabor a cheese cake, o helado de chocolate, o galleta. Cuando terminemos la dieta. ¿Qué nos va a apetecer? Pues un cheese cake o un helado de chocolate.

Plato comida

Entonces, ¿Cómo podemos evitar gastarnos una fortuna para perder peso?

  • Pues básicamente: ¡Haz un cambio definitivo en tu vida!
  • Cambia el chip: deja de hablar de dietas y ¡hablemos de menú equilibrados, saludables y sanos!
  • ¡Aumenta tu masa muscular!: Comienza a practicar ejercicio y asegúrate de consumir la suficiente cantidad de proteínas en tus comidas. La masa muscular para crecer necesita de su macronutriente favorito, las proteínas.
  • Olvídate de los alimentos light y 0%, consume alimentos en su variedad entera: es preferible un yogur griego o un yogur natural, que uno de sabores edulcorado, azucarado o light. Opta por alimentos reales de verdad. Las verduras y hortalizas, la carne y el pescado, marisco o huevos, las legumbres son alimentos reales y perfectos para preparar. Opta por alimentos que sean lo menos procesados posibles.
  • No cuentes calorías, ni peses alimentos. El aguacate, el aceite de oliva, los alimentos en general ricos en grasa como pescados azules, frutos secos, son muy calóricos pero tienen unas propiedades maravillosas que te ayudarán a sentirte bien.  Más importante que el número de calorías o gramos que pesa un alimento, es más importante el mantener un equilibrio de nutrientes.
  • No pases hambre mientras estás a dieta, esa no es la solución. Con mucha probabilidad Tambien te digo que no es lo mismo tener hambre, que ganas de comer. Si ruge el estómago es hambre.
  • Olvídate de batidos de sabor a chocolate, cheesecake etc. No estoy en contra nada de la suplementación, todo lo contrario, pero se debe usarla sólo cuando es necesaria de verdad, y con el objetivo de dar apoyo al proceso de pérdida de peso…y no de saltarnos pasos por el camino.
  • Aprende…si no sabes qué es lo que debes comer, si desconoces qué características debe tener una alimentación equilibrada, si no identificas bien los alimentos ricos en proteínas, ricos en hidratos o ricos en grasas, si no sabes que alimentos son menos saludables, ¿cómo podrás llevar a cabo una alimentación equilibrada? . ¡Pero elige bien las fuentes! Hoy puedes tener acceso a mucha información en redes, internet, pero no todas las fuentes son fiables y muchas tendencias en nutrición en ocasiones causan confusión, no en vano es una ciencia viva en continuo descubrimiento y crecimiento.

          Imagen de manzana verde cortada a la mitad sobre fondo verde

¿La mejor opción? Acude a un profesional que te ayude a mejorar en todos los aspectos: aprender a elegir los alimentos reales que te ayuden a conseguir tus hábitos nutricionales sin renunciar al sabor ni al disfrute de una buena comida. Mi meta es que logres tu objetivo, sin contar calorías, sin pesar alimentos, sin dejar de renunciar al sabor de la buena mesa. ¿Estás dispuesto a un cambio de hábitos?