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No eres lo que crees ser

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Recuerdo un anuncio de la tele que decía: Después de todo, somos las decisiones que tomamos…¿no cree?
Aquel anuncio me dio que reflexionar acerca de si, realmente, somos aquello que pensamos, sentimos y decidimos-hacemos.


Me gustará ahondar en esta temática, viendo de qué manera influye en nuestras vidas el hecho de creer o no creer que somos todo ello.

 Cuando me hago consciente de un pensamiento, por ejemplo: “no valgo para hacer esto” o “no me merezco aquello”, casi simultáneamente (y sin el casi) me doy cuenta de que una emoción está surgiendo en mi cuerpo, vinculada a dicho pensamiento. También soy capaz de observa qué tipo de energía contiene esta emoción/sensación: pesada, densa, intensa, liviana, agradable, desagradable, etc.

Una vez aparecidos el pensamiento y la emoción (casi siempre basados en decisiones inconscientes, que no vemos), tenemos la decisión consciente. Este es el punto, para mí, más relevante y empoderador del ser humano.

¿Por qué?, porque la elección que decidamos hacer en cada escenario que se nos presente, marcará o no la transformación de la culpa y el victimismo en responsabilidad personal.

Es decir, si yo creo ser realmente lo que pienso, entonces también seré lo que siento y hago. Este prisma mental denota, que soy víctima de los pensamientos que surgen a mi conciencia. Ello se traduce a que, los pensamientos que aparecen y las emociones anexas, definen lo que soy.

El titular sería: “Yo soy lo que pienso, siento y hago…¡y punto!”  

Ahora bien, ¿te imaginas que, en realidad, no fuéramos nada de lo mencionado anteriormente? De esta afirmación, nacen dos cuestiones esenciales:

¿Qué soy entonces? y, ¿a dónde me llevaría saber que no soy mis pensamientos, emociones y actos?   

Mira, te propongo un mini experimento antes de continuar:

  • Cierra los ojos por unos segundos y observa qué pensamiento/s aparece/n en tu mente. Si eres capaz de verlo con claridad, anótalo.
  • Si no identificas ninguno, atiende interiormente a tu sensación física, la emoción.
  • En el caso de haber identificado tu energía emocional (valga la redundancia) contempla si, tras sentir esa emoción, surge a tu consciencia algún pensamiento que esté relacionado con ella.
  • Por último, cuestiónate: ¿realmente este pensamiento tiene el poder de definir con absoluta certeza quién soy yo, AHORA?

Respira, vive, siente profunda y completamente esta pregunta, y a la sensación que emana en tu interior tras ser consciente de la respuesta.

Al finalizar esta práctica interior, ¿te has fijado en todas las palabras que están escritas en cursiva? Bien, ¡ahí va el temazo!

Todas y cada una de ellas, son lo que eres. En verdad, ninguna palabra llegará nunca a definir realmente lo que eres, pero apuntan hacia la dirección correcta.

Observa, atiende, contempla, consciencia, ser consciente,…todas ellas te acercan a la realidad del Ser que eres. No de lo que piensas que eres, porque ahí ya interfiere el famoso pensamiento humano, sino del ser que es consciente del pensamiento.

Cuando conectas con esta Verdad, empiezas a verlo todo como el observador de tu vida, y no como lo observado.

Empiezas a ver profundamente que no eres lo que piensas, sino el que se da cuenta del pensamiento. Que no eres la emoción que nace, sino el espacio en el que es posible que tenga cabida. Que no eres la reacción ante un estímulo X, sino el responsable que contempla los estímulos aparecer (tanto en ti mismo como en el exterior) y no se identifica con ninguno. Porque, realmente, no eres nada de eso.

Esto nos lleva a experimentar nuestra vida a otro nivel. Un nivel desde el cuál estamos conectando con el instante presente, a través de nuestro campo de consciencia.

Quiero decir que cuando surge un evento exterior (conflicto en tus relaciones; laboral, pareja, familiar, etc), ya no nos identificamos con ello. No generamos resistencia al tomárnoslo a lo personal. Tenemos la capacidad de desapegarnos de los pensamientos y conectarnos a nuestro interior, dando una respuesta honesta y coherente con nuestro estado del Ser.

Aquí, querida/o Caminante, comienza un nuevo sendero de transformación a la hora de vivir tu vida desde tu Esencia, no desde el ego. Desde el Amor, no desde el miedo. Desde el Ahora, el único momento que existe en realidad.

¿Te aventuras a dar el primer paso? 😉

Julio Esteban Espinosa